domingo, 4 de diciembre de 2016

La hechicera

Hay un solo poema que habita todas las cosas y que me habita
Habita a todas las madres y a todos los hijos
Los hombres que alguna vez me amaron y los que nunca supieron

Nombro mil veces los mismos rincones y estoy en ninguna parte
Digo
el resquicio de los amantes que no coinciden y también digo su distancia
Su cobardía
Como si la palabra redimiera esa ausencia repetida acaso tantas veces que ya me es familiar

La locura es un lugar lejano
Una excusa que no me sirve como no lo hizo nunca
Yo soy en cambio cordura

Voy a encomendarme al cielo y abandonar la esperanza de que allí exista un dios
Uno que me condene
No necesito el perdón
tampoco la calma

He reposado lo suficiente

Bajo un lecho de hojas muertas
húmedas
petrificadas por la escarcha de la mañana azul en la que no supieron quererme

Pasé allí mucho tiempo y vi
Vi a los gusanos nacer de la nada y atravesar lo que alguna vez tuvo vida
Qué palabra insensata, vida
Cuánta exigencia impone

Debo estar alucinando cuando digo que algunos peces son capaces de volar
pensaba
pero los vi
Saltar del agua y chocarse en el aire las panzas
Batir las aletas con los ojos abiertos
Y quise ser pez

Y supe volar como nadie imaginó que podría

Decían que mi lugar era el agua y es posible que sea cierto
Pero tenía intención de volar y no estuve sola
al menos aquella vez

Aunque los peces

Son tantos adentro del agua que te hace pensar

Y los gusanos, sí
también me acarreaban

Siempre fui muy insegura

Y la parte más cruel fue comprobar que
cada
límite
es
falso
Ese fue mi pecado

No necesito un dios que venga a crucificarme
Lo pude descubrir sola

Nada prefiero ya nada elijo

Descifré el patrón de cada punto en la muralla de mis confines
que son también los confines del mundo

Este no es un mundo cualquiera

Aquí los peces pueden volar y los gusanos aparecen si los miro

Yo les doy vida y los alimento

Me declaro responsable de lo aberrante y también de la magia

Traigo la voz de los sin causa

Vengo a decirles la libertad 
Griselda Perrotta