jueves, 22 de diciembre de 2016

Cinco milímetros permanentes

Media jarra de vino
guitarra oxidada
Arena en los ojos
postal del encierro
Será el monte mi escuela,
no el desierto
no  

Las plantas aquí son delito
La calle acumula cuerpos que nadie ve

Descenso al infierno de la razón
Bienvenidos a la galaxia del hielo
La ciencia manda

Volveremos dicen, y yo no sé
Volveremos a una patria remojada en leche
a un laurel mustio
al latir descremado de los tibios
En el mejor de los casos, volveremos allí

Buenos Aires
cinco milímetros permanentes horadan las huestes de la memoria
y por los cuatro bordes
los mercenarios de la ocasión
arrancan las flores para sembrar cadenas

Es nuestro deber resguardar las brasas en el bajo tierra
entre los escombros
Que nunca se apague el calor
Sepamos
que esta es una guerra perdida

Tienen todas las bestias la pólvora y los camiones
No hay forma de vencerlos allí
No hay forma 

Pero no tienen la magia
la paz en el vientre
Ignoran que el pecho puede partirse con una  mirada o una caricia
Que si la voz tiembla y las manos traspiran vale la pena,
si no no
Ignoran la poesía, ignoran
que cuando la callan rebalsa
que el puño alzado emerge siempre del submundo y cuando ocurra
recién entonces
volveremos
Griselda Perrotta